Y es que al final, siempre habrá un hueco para la risa, el llanto y el debate. Porque no sólo vamos a perseguir nuestro instinto, sino también a dejar huella.
Para ello, estas charlas podrán ser grabadas y difundidas
en redes sociales y prensa escrita, previo consentimiento
de la dirección y de sus participantes.